viernes, 14 de diciembre de 2012

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sábado, 24 de noviembre de 2012


Nuestro Equipo recogiendo el premio de participacion en el festival de globos y una de las fotos volando en Elvas con los globos www.extremaduraenglobo.com

martes, 23 de octubre de 2012

Vuelo en Casar de Cáceres.
Entrega de diplomas de bautismo de vuelo,bridis con cava,.....Fantastico vuelo y estupenda compañia.
              Gracias por volar con nosotrossss

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jueves, 4 de octubre de 2012

      Ya tenemos web para que puedas consultar todos nuestros servicios de vuelos

                                        Os esperamosssssss

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lunes, 2 de abril de 2012

El sueño de volar

El sueño del ser humano por volar proviene de tiempos inmemoriales. La mitología recrea ese sueño en numerosas historias, una de las cuales, la más famosa, es la de Ícaro y su padre Dédalo. Dice la leyenda que ambos, hechos prisioneros en el laberinto de Creta, que había sido obra del propio Dédalo, construyeron unas alas de cera y plumas para huir, pero Ícaro se acercó tanto al Sol que la cera de sus alas se derritió, cayendo al mar. Otras variadas leyendas se refieren a personajes de diversa índole con capacidad para volar, por sí mismos o mediante máquinas o elementos auxiliares, como las brujas, que tenían la habilidad de volar a caballo de una escoba.

La historia y referencias sobre la posibilidad de volar que se conserva se remonta al año 2250 a. de C., cuando el emperador chino Shun consiguió huir volando de la torre en que se hallaba preso. Se explicaría el éxito de su huida por la utilización de algún mecanismo de amortiguación de la caída, posiblemente un artilugio rudimentario que imitaría a un paracaídas. Esta referencia histórica no tuvo continuidad, convirtiéndose de nuevo la posibilidad real de volar en un mito, que se conservaría durante miles de años hasta épocas muy recientes.

Hasta comienzos del siglo XVI no se sostuvo un verdadero y riguroso estudio sobre la posibilidad de construir máquinas con capacidad de volar, aunque mucho antes, en el siglo V, ya se había diseñado un aparato volador: la cometa o papalote. Se debe ese primer estudio científico sobre una máquina voladora a un auténtico genio, el italiano Leonardo Da Vinci, el cual analizó el vuelo y anatomía de las alas de las aves como base para diseñar diversos aparatos voladores; el ornitóptero fue una de las máquinas diseñadas por Da Vinci en la que se pretendía simular el movimiento de un ave en vuelo. Algunos de estos ingenios fueron probados, como el diseño de un paracaídas que frenaba la caída, pero no obtuvo éxito con la máquina dotada de alas, principalmente porque carecía de un motor suficientemente potente.

Da Vinci sólo contaba con su propia fuerza humana para intentar el vuelo, y aunque él estaba convencido de que la fuerza muscular del hombre podría permitirlo, la experiencia demostró que no era posible. Previamente al estudio de Da Vinci, en el siglo XIII, el monje inglés Roger Bacon, ya había llegado a la conclusión de que el aire podría sustentar una máquina, tal como el agua lo hace con un barco, pero sólo Da Vinci intentó su demostración mediante trabajos científicos y empíricos.


Da Vinci fue una figura clave de las ciencias aplicadas, pues empleó por primera vez técnicas científicas para el desarrollo de ideas. La primera ascensión de un aparato tripulado se produjo el 15 de octubre de 1783. Se trataba de un globo diseñado en base a los principios físicos descritos por los hermanos Montgolfier. Esos principios afirmaban que un objeto podría elevarse siempre que éste pesase menos que el aire atmosférico que le rodease. Sabido que el aire caliente pesa menos que el aire frío, se construyó un globo con una envoltura de tela y se calentó el aire de su interior. El éxito fue inmediato, apareciendo numerosos seguidores que imitaron y mejoraron el invento. No obstante, mantener el aire a una temperatura suficientemente caliente con respecto al aire exterior planteaba un problema: al enfriarse, obligaba a calentarlo de nuevo mediante algún método a bordo del globo, lo que significaba hacer una hoguera en un espacio reducido y llevar suficiente leña u otro material combustible. La solución podía estar en utilizar globos que albergaran en su interior gases más livianos que el aire, y por tanto que no necesitaran calentamiento. Uno de los gases que resultaba interesante era el hidrógeno, por su facilidad para conseguirlo, pero su punto en contra era la seguridad: el hidrógeno explosiona en contacto con la atmósfera, resultando por tanto de difícil manejo y muy peligroso; no era útil en globos con superficie de tela y con facilidad para romperse. El uso práctico del globo fue escaso. Se empleó durante algún tiempo como medio para la diversión y también la observación, especialmente en tiempos de guerra. En este caso, se ataba a tierra para evitar que se desplazara; a este tipo de globo se le llamaba cautivo

sábado, 10 de marzo de 2012

Historia del Globo Aerostático

Historia del Globo
Historia del Globo Aerostático

Desde tiempos antiguos, multitud de inventores desarrollaron un diseño en su afán por conquistar los cielos: el globo aerostático.Durante siglos, muchos investigadores buscaron elevarse en el aire tomando como modelo a los pájaros, mediante aparatos más pesados que el aire. Pero hubo otros que eligieron un camino diferente, el de los aparatos más ligeros que el aire, los globos aerostáticos.Estos consiguieron realizar su sueño mucho antes que los que pretendían imitar las alas de las aves.

Desarrollo de un modelo


Ya en el año 1670, el sacerdote italiano Lana de Terzi aseguró que el principio de Arquímedes era perfectamente aplicable al aire, pues este no es sino un fluido, y así, cualquier objeto con un peso específico inferior al del aire había de ascender. El método que empleó fue extraer el aire de unas esferas, construidas en paredes de cobre muy delgadas. Desgraciadamente, este experimento fracasó al aplastarse las esferas, debido a la presión atmosférica exterior. Así pues, la investigación derivó en la búsqueda de gases ligeros, en la cual destacó el químico francés Lavoisier, que efectuó ensayos con hidrógeno. En sus estudios, Lavoisier calculó que 10 m3 de hidrógeno bastarían para elevar 12 kilos. Sin embargo, mucho antes del primer globo de hidrógeno, las primeras ascensiones se lograron mediante globos llenos de aire caliente, pues el aire caliente es más liviano que el frío. Fueron los hermanos Montgolfier quienes, el 4 de Junio de 1783, en Annonay, Francia, hicieron despegar un globo de de más de 11 m de diámetro que se elevó, según algunas estimaciones, por encima de los 1.500 m, utilizando lana y paja como combustible. Algún tiempo después, los Montgolfier realizaron otro experimento, esta vez en presencia de los reyes de Francia. Al globo sujetaron una barquilla donde pusieron una oveja, un gallo, y un pato, que se alzaron a casi 500 metros de altura durante 8 minutos.

El 21 de noviembre de 1783, el naturalista Pilâtre de Rozier y el marqués D´Aarlandes se convirtieron en las primeras personas en viajar a bordo de un globo, denominado Montgolfiera. Cruzaron París de un extremo a otro en aproximadamente 25 minutos, a 1.000 m de altura.Más adelante, en 1785, de Rozier también habría de convertirse en la primera víctima de un accidente aéreo, cuando intentaba cruzar el canal de la Mancha en compañía del físico Romain, muerto también en el accidente.

El primer globo de hidrógeno tripulado despegó de París el 1 de diciembre de 1783, llevando en su barca a su inventor, Jacques Alexandre Charles y al hermano de este, Robert. Este globo, llamado Charliera, continúa siendo el modelo de todos los globos de hidrógeno que se usan en la actualidad.

Cada vez más alto y más lejos

En 1785 el francés Blanchard y el estadounidense John Jeffries cruzaron en globo el canal de la Mancha. En 1836, un globo llamado The Great Balloon of Nassau navegó de Londres a Weilburg, Alemania, en 18 horas. Posiblemente, el episodio más espectacular de la navegación aerostática se produjo durante la Guerra Franco-prusiana de 1870, cuando el ministro francés León Gambetta protagonizó una dramática huida en globo del París sitiado por los prusianos.

Por último, hay que recordar que, durante la Primera Guerra Mundial, los globos fueron profusamente utilizados, sobre todo en misiones de observación.

Las marcas de los vuelos aerostáticos no dejaron de superarse. En 1931, el suizo August Piccard alcanzó la estratosfera en una cabina hermética suspendida de un globo de hidrógeno, elevándose a más de 16.000 metros. En 1957, con el objeto de investigar el efecto de la altura sobre el ser humano, el mayor David Simons, de las fuerzas aéreas de los EEUU, se elevó a más de 30.000 metros, permaneció 32 horas en el aire, y recorrió más de 600 km. El océano Atlántico fue cruzado por primera vez en 1978, mediante un globo de helio, el Double Eagle II, en algo más de 137 horas. En 1984 fue cruzado en solitario por Joseh Kittinger, a bordo del Rosie O´Grady, otro globo de helio. Y en 1999, el suizo Bertrand Piccard y el británico Brian Jones completaron la vuelta al mundo sin escalas a bordo del Breitling Orbiter III, un globo de aire caliente alimentado por propano. Realizaron su viaje en algo menos de 20 días.

Tras la explosión del dirigible Hinderburg, en 1937, el vuelo aerostático comercial y militar fue definitivamente reemplazado por el de los aparatos más pesados que el aire, aviones y, más tarde, helicópteros. Sin embargo, los vuelos comerciales de carácter deportivo mantienen una gran popularidad, utilizando habitualmente aire caliente mediante quemadores de propano, y en ocasiones baterías solares para los componentes electrónicos. Estos vehículos también resultan perfectos para sobrevolar reservas de animales salvajes.

jueves, 9 de febrero de 2012

"VIAJES EXTRAORDINARIOS"

"Cinco semanas en globo"

Julio Verne tituló “Viajes extraordinarios” a su primer relato, "cinco semanas en globo" (1862), creando “una novela de una forma nueva” que se aspira, indeleble, el aroma de la aventura, del descubrimiento de lo exótico y lo desconocido, de los espacios inexplorados donde la sorpresa aún es posible.


Exploradores y compañeros de viaje lanzados a una aventura sin precedentes en un arriesgado viaje en globo. Aparecen ya los «ingredientes» de lo que será su futura obra, mezclando hábilmente una intriga plagada de aventuras y sobresaltos de todo tipo y descripciones técnicas, geográficas e históricas. El libro lleva a cabo un buen resumen de las exploraciones del continente africano, que en aquella época no era totalmente conocido por los europeos y al que acudían muchos exploradores en busca de sus secretos.



Los tres aeronautas parten de la isla de Zanzíbar en el globo Victoria y recorren durante cinco semanas los Montes de la Luna (donde sucede la aventura del elefante remolcador), el lago Victoria (que reconocen como la fuente del Nilo), el Nilo, los montes Auríferos (donde suceden las aventuras del misionero, de la codicia y de la sed), el lago Chad (donde el globo es deshecho y Joe se pierde), el desierto del Sahara (el huracán), el río Níger (donde el nuevo Victoria comienza fallar y ocurre el ataque de los talibas) hasta las cataratas de Güina en el río Senegal antes de volver a Inglaterra donde son recibidos con entusiasmo y ganan la medalla de oro por la mejor aventura del año 1862.

En poco tiempo este  libro se convirtió en un éxito absoluto.

Esperamos que os guste!!